Cuando empecé mis estudios universitarios en Diseño Industrial, todo el trabajo de investigación de los problemas o visualización de las oportunidades de diseño, comenzó con una observación de las prácticas humanas o como yo digo “cómo la gente, los habitantes hacen lo que hacen” tanto en su vida diaria en su hogar, en el trabajo, en el ocio o en el descanso. Esta observación era plasmada, registrada a través de croquis + el texto que da cuenta de aquello que se observa. En aquellos días, no sabía que lo que estaba realizando era un proceso de observación etnográfica, ya que no era sistematizada. No obstante, el continuo observar a la gente en su actividad, ésta se “herramienta” llega a ser parte de uno, en una actitud interna, en la que el “ojo” detiene el mirar para “observar” y así se abre una dimensión de aquellas prácticas y multiplicidad de los actos humanos, con sus interacciones, en su propio contexto.